Estimados Voluntarios,
Esta vez les escribo para recordar una fecha muy importante para nosotros pues ayer, hace un año, 27 de julio de 2008, terminamos la primera construcción de viviendas de emergencia de Un Techo para mi País Paraguay, beneficiando a nuestras primeras 5 familias (las familias de César, Hermes, Josefina, Dora, y Fabio) con una vivienda digna, iniciando de ésta manera, con martillo en mano, el cambio por el cual seguimos trabajando arduamente, construyendo una sociedad justa para todos.
Muchas cosas pasaron ese fin de semana! Conocimos al pilote, y debido a esta parte fundamental de la vivienda de emergencia conocimos la necesidad de tener una base fuerte y alta que aleje a las familias del barro, que sostenga la casa, y mantenga la familia alejada de la basura. Supimos, también, lo pesados que son los paneles de la casa, módulos esenciales que al ser clavados entre si otorgarían a la familia un espacio físico que los proteja del calor, del frio, otorgándoles privacidad y salud. Finalmente conocimos al aislante y a las chapas de zinc, materiales que en conjunto significan para las familias que no es lo mismo vivir dentro que afuera de su casa cuando llueve. Y todos estos materiales juntos uniéndolos a nuestras manos con las manos de las familias, trabajo arduo y necesario, da como resultado esperanza transformada en una vivienda digna como primer paso.
Conocimos nosotros, los jóvenes, una realidad totalmente distinta de la que pensábamos que era o de la que nos habían hablado personas que tampoco la conocen, derribando definitivamente esos prejuicios que crean temor a lo desconocido. Conocimos además que nosotros somos capaces de ser agentes de cambio, de lograr lo que nos proponemos, de que somos necesarios e indispensables para construir un Paraguay justo.
Conocieron las familias que viven en esta situación a una generación que hará todo para cambiar esa indigna realidad en la que viven. Conocieron a jóvenes que no pretenden ser su voz, sino jóvenes que trabajan para que todos los escuchemos, y con este compartir generemos, en conjunto, soluciones para sus problemas.
Todo esto se repite, se complementa y se va mejorando con cada construcción que realizamos a partir de ese primer conocer, para luego convertirse en aprender como persona, como voluntario, como parte de un área, como parte de un equipo, como parte de una institución, y como parte fundamental del cambio que va a eliminar la pobreza de nuestro continente. Que no nos quepa duda que lo lograremos!
Recodar este primer paso es importante porque fue el inicio, pero recordarlo un año después significa mucho más por todo lo que hemos logrado en este tiempo trabajando juntos, cada uno desde su lugar.
La semana pasada tuvimos una entrevista con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; a la reunión asistieron Clementino López y Lucia Ruiz Díaz, padres de 6 hermosos hijos, y beneficiados en la primera construcción de equipo. Lucía robándose toda la atención le dijo a la presidenta: “Muchas personas te prometen y en cinco años no cumplen, ellos en tres días me cumplieron un sueño no soñado. No soy yo nomás la que necesita por eso quiero agradecerles públicamente y así también que les ayuden a ellos porque ellos también necesitan ayuda para llegar a más gente”
Y traigo a colación esta reunión por lo que dijo Lucía y lo que resalto de sus palabras pues todos sabemos que muchos no cumplen, que en 3 días le otorgamos una vivienda digna, y que hay millones de familias que viven en esta repugnante situación, pero ¿Un sueño no soñado?
¡No puede ser posible que ni siquiera se haya atrevido a soñar con tener una vivienda digna!
Nos llena de alegría lo logrado, de orgullo, de felicidad! (Me da todo Piri, chemopirimba!) Pero se han puesto a pensar que en un año y con la mitad de los voluntarios que somos ahora (en promedio) hemos beneficiado a 100 familias? Teniendo en cuenta la importancia que para nosotros significa ser parte de una familia. Y son C I E N, 100 familias (ya no se cómo ponerlo), no son pocas las personas. Tanto sacrificio vale la pena por tan solo UN ser humano, imagínense 100, CIEN familias!!!!!!
Increíble! Y de verdad los felicito y todos debemos sentirnos como nosotros querramos hacerlo pues todos aportamos algo para lograrlo!
Pero, miremos también la otra cara de la moneda… son millones las familias a las cuales tenemos que conocer y construirles una vivienda digna. Pensemos en lo que logramos y en lo que debemos de lograr en el segundo, tercer, cuarto y todos los años siguientes para lograr nuestro cometido. De nosotros depende que crezca con base, protegida, y con techo nuestra institución, como nuestras viviendas. Pero de todos depende construir un Paraguay justo.
Miremos hacia adelante siempre que nadie nos podrá detener.
P.D.: Gracias Naty, sin ti esto no hubiera sido posible.
Mauricio Aguinaga Lira
28 de julio de 2009 18:49
Un Techo para mi País Paraguay
El video de la primera construccion.
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