jueves, 10 de diciembre de 2009

ABC Color: Esta Navidad, 204 familias tendrán una casa mediante el voluntariado

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Con las siete casas que este fin de semana están construyendo padres, alumnos y docentes del Colegio Americano en la zona del Bañado Sur, suman 204 las familias que pasarán este año la Navidad en una morada digna. La iniciativa es del programa “Un techo para mi país”.


“Un techo para mi país” es un programa de voluntariado que surgió de la iniciativa juvenil. Se desarrolla en 15 países y desde este año está en Paraguay donde ya se han construido casas en Luque, Ypané y especialmente el Bañado Sur de Asunción.

 La actividad de este fin de semana correspondió al Colegio Americano de Asunción donde unas cien personas,  entre  padres, alumnos y docentes, unieron esfuerzos para formar siete cuadrillas que iniciaron la construcción de las siete viviendas de emergencia. El trabajo fue intenso durante todo el día pues las viviendas deben ser inauguradas hoy.

“Queremos vivir una Navidad distinta. Más allá de comprar regalos, armar el arbolito para la Nochebuena, nosotros giramos el foco y nos ubicamos sobre aquellas familias que no tienen absolutamente nada y les ayudamos para que tengan un techo digno”, dijo Soledad Núñez, directora social del programa.

Unir realidades

Más allá del trabajo conjunto, “Un techo para mi país” busca unir realidades distintas. “La familia es la base de la sociedad y es el primer núcleo de solidaridad, de amor y de entrega. Por eso hacemos esta invitación para construir en familia porque queremos que nuestro país sea una gran familia”, agregó la joven.

Bruno Defelippe, gerente general del programa, explicó que todos los participantes en este emprendimiento ponen un grano de arena. “Organizamos la construcción, preparamos los materiales, seleccionamos las familias y prestamos nuestros conocimientos, en este caso al Colegio Americano, para que ellos puedan sumarse”, añadió.

 Esta es la primera vez que toda una comunidad educativa se suma a la propuesta, pues anteriormente lo hacían voluntarios universitarios y empresas.

Cada vivienda tiene un costo de G. 6.000.000, de los cuales la familia beneficiada aporta el 10% en cuotas. “Buscamos que el esfuerzo sea conjunto y mutuo. El sentido de la casa es el sentido de propiedad, por eso no venimos a regalar nada, sino venimos a enseñar, a construir juntos”, replica Soledad Núñez.

 Los materiales

Las viviendas construidas son casas prefabricadas de emergencia sobre pilotes protegidos contra la humedad que dan un nivel más elevado a las viviendas y las protegen de las lluvia y las inundaciones. El material utilizado es madera de eucalipto reforestado y techos de zinc.

La inauguración será un gran festejo hoy entre las familias participantes y las familias beneficiadas con el proyecto.